jueves, 1 de enero de 2009

In dense Gaza, civilians suffer


Dicen que la Franja de Gaza es el mayor campo de concentración del mundo establecido al aire libre, sin alambradas palpables, que es el lugar de la tierra con mayor densidad de edificios, que callejuelas y tenderetes dibujan el paisaje de esta zona costera bañada por el mar Mediterráneo. Miles de palestinos son hacinados en este territorio, separados incluso por un muro que los ahuyenta de la “civilización”. ¿Será el Muro de las Lamentaciones? Horror, barbarie, dolor, desesperanza… No existen sustantivos que concuerden con los hechos acaecidos durante décadas en esta encrucijada terrestre, abandonada a mitad de siglo por los británicos a la suerte de un pueblo que buscaba ejercer su derecho como tal. Seis décadas más tarde observamos, incrédulos, cómo el pueblo judío ejerce su supremo derecho a toda costa, contra viento y marea, por encima de todo. Sin importarle la vida ajena y con la complicidad de la sociedad internacional, paralizada por un Derecho y por una diplomacia Internacional maniatados y mudos.

El pasado 18 de diciembre, el grupo terrorista Hamás decidió unilateralmente el cese del alto el fuego con Israel tras seis meses de tregua. Hamás gobierna la Franja de Gaza, a pesar de las operaciones de desgaste a las que se ha visto sometido por Al Fatah, grupo político rival gobernante en Cisjordania. Cohetes artesanales confeccionados por el aparato militar de Hamás son enviados constantemente al sur de Israel, con el consiguiente peligro y con la consiguiente inseguridad que éstos producen. Sí, cohetes artesanales.

Por ello, Hamás es totalmente responsable de la espiral de violencia desatada por Israel como consecuencia del lanzamiento de estos misiles. Dicho facción palestina argumenta el incumplimiento de las condiciones establecidas en la tregua para defender su ofensiva: Israel debía reabrir progresivamente las fronteras de la Franja de Gaza, suspender las operaciones militares en ese territorio y las milicias palestinas cesar sus ataques.

Pero, ¿tal afrenta nacionalista justifica una respuesta tan desorbitada como la mostrada por Israel? ¿Hay intereses electorales tras estos bombardeos? ¿El Kalima ansía dejar clara su autoridad frente al enemigo palestino?

Desde la ruptura de la tregua, alrededor de cuatrocientas personas han perdido la vida a causa de los continuos e indiscriminados bombardeos judíos. No son cuatrocientos terroristas, sino que entre las víctimas yacen niños, médicos, familiares de presuntos terroristas, profesores, madres, etc. Son civiles, población indefensa que no debe pagar por la gestión que hagan sus terroristas gobernantes. Resulta deleznable cómo importa poco o nada estos sucesos al pueblo judío, pues tales hechos llegan a considerarse “cosas feas de las guerras”, como apunta la Ministra de Asuntos Exteriores y candidata a Primer Ministro por Kadima, Livni. La incomprensión se ha adueñado de la opinión internacional, no logrando entender como un pueblo, que históricamente ha sufrido indescriptibles injusticias, puede estar infringiendo semejante dolor. El Convenio de Ginebra de 1949 relativo a la protección de civiles en tiempo de guerra ha sido enterrado, después de zarandearlo y vapulearlo. Su principio básico, recogido en el art. 27, proclama el respeto a la persona humana y el carácter inalienable de sus derechos fundamentales. El Convenio regula con detalle el establecimiento de zonas de seguridad, en las que puedan estar al abrigo de los efectos de la guerra los heridos, enfermos, niños, ancianos, etc. Nada más lejos a la realidad.

La respuesta dada por el Gobierno israelí a la afrenta palestina se escuda en el derecho a la legítima defensa, amparado por el Derecho Internacional y concretamente plasmado en la Carta de Naciones Unidas. El art. 51 de la Carta recoge el citado derecho si existe un “ataque armado”. Pero existen dos límites fundamentales a este derecho de legítima defensa: la proporcionalidad de la reacción y la información y sometimiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Desde mi punto de vista, ninguno de estos dos requisitos han sido respetados en este latente conflicto. En primer lugar, cabe resaltar la desproporción brutal y absoluta entre el hecho ilícito previo y la respuesta ofrecida. La vida de un israelí equivale a la de cien palestinos. En segundo lugar, es necesario recordar que Israel forma parte de las Naciones Unidas y como tal miembro, las medidas adoptadas por éstos en ejercicio de legítima defensa deberán ser comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad y, posteriormente, este órgano ejercerá las acciones que estime necesarias para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. Debido a ello, opino que nos hallamos ante verdaderos crímenes de guerra. Descarto la opción de que tales actos puedan constituir represalias, pues en éstas también reina el criterio de la proporcionalidad.

Queda patente, pues, la no sujeción de este miembro de Naciones Unidas a la Carta y al Derecho Internacional. Actúa ilícitamente por su riesgo y ventura, quebrantando cualquier normativa internacional aplicable, violando sangrantemente el derecho humanitario… Al respecto, considero vergonzosa la respuesta diplomática a tal aberración. Los países europeos no logran alzar la voz ante tal injusticia, mientras los estadounidenses están disfrutando de vacaciones en Hawai. Debemos ir asumiendo que el nuevo papel de EE.UU. en el mundo, desempeñado por Obama, no constituirá una panacea mundial. Obama tiene muchos frentes abiertos, pero debe organizarse, y seguramente en ese calendario de actuación primen los intereses estrictamente estadounidenses sobre los globales: la crisis económica, el paro, Irak, Afganistán… En sus ratos libres, deduzco que intentará recuperar lazos de unión con Europa, visitará el polvorín de Pakistán, quizá se pasee por su vecina Sudámerica. Quizas Palestina. Son muchos los interrogantes que rodean al primer presidente afroamericano EE.UU., que resulta complicado predecir una posible intervención en este conflicto árabe-israelí.

Un conflicto que continúa perdurando en el tiempo. La solución se antoja lejana. No la solución a estos actos de barbarie: desde aquí exijo que Israel sea expulsada automáticamente de las Naciones Unidas, reciba fuertes sanciones económicas, se permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y que intervengan las tropas de la O.N.U. en el conflicto, a fin de garantizar los Derechos Humanos del pueblo palestino.

El Acuerdo de Oslo, treguas, pero todo sigue igual. Israel debe asumir que mientras no ceda en algunas actuaciones, los palestinos seguirán luchando. Seguirán, seguirán y seguirán. Puede que la única solución viable sea una nueva migración judía.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Todo un ejemplo. Todo un campeón.


Nació en Lérida hace treinta y seis años y ya desde muy joven dejó claro que su vida iba a estar ligada al arriesgado mundo del motor. A los diez años una motocicleta se convirtió en una articulación imprescindible de su todavía frágil cuerpo. Se proclamó subcampeón de Enduro de Europa en 1995 y campeón de España en 1999. El éxito le embriagaba, al mismo tiempo que sus retos iban creciendo más y más.

Decidió aventurarse por el continente más exigente e impredecible de la Tierra, por los desiertos africanos. Desde entonces, la ciudad de Dakar no ha dejado de presidir sus labios ningún día. Era y es su sueño, su afrenta personal. No tiene miedo, pues esa palabra no aparece en su diccionario privado. Las diecinueve muertes con las que diecinueve soñadores pagaron a Thierry Sabine no le asustan, ni las anónimas víctimas colaterales que representa el pequeño guineano Boubakar Diallo. Respeto sí ofrece, pero miedo nunca.

Él es Isidre Esteve.

Un campeón que un día tropezó. Tropezó con una piedra mientras disputaba un rally por la imitadora, desérticamente hablando, Almería. La rueda trasera de la antaña articulación artificial le incrustó el asiento en su desnuda espalda. Se precipitó sobre la arena. No ha vuelto a andar, de momento. Se fracturó las vértebras T7 y T8, dependiendo de los designios de una silla de ruedas desde entonces.

Considero que debe ser sumamente complicado recuperarse anímicamente de tal tragedia, más si cabe en un activo deportista que se gana la vida con sus piernas. Debe ser durísimo plantar cara a tales adversidades. Acostumbrarte a una nueva vida, ser consciente de una determinada dependencia respecto de los demás, asimilar que existen ciertas actividades que ya no podrás hacer... En fin, un sinfín de cambios vitales que se deberán asumir como un desafío al destino.

Esteve es un gran ejemplo y un gran campeón. La superación personal que me ha demostrado tras el accidente en los medios de comunicación me sobrecogió. Una historia como la suya son las que te empujan a seguir adelante en los momentos más difíciles, pues, por encima de sufrimientos y problemas, este piloto ha demostrado ser una persona impresionante.

Jamás perdió la cabeza en su pugna con una interminable y estricta rehabilitación. Jamás perdió su batalla con la vida en la UCI. Jamás perdió su lucha por mantener la esperanza de volver a andar algún día. Jamás.

Otro hubiera abandonado, muchos no tienen tanta fortaleza mental, en búsqueda constante de la superación personal. Pero Isidre es especial, una de esas personas capaces de plantarle cara al destino.

Esta semana ha anunciado que regresará al Rally Dakar, carrera que se traslada a otro continente por motivos extradeportivos. Surcará Chile y Argentina con su nuevo coche adaptado, con la misma o mayor ilusión y entusiasmo que cuando volaba con su KTM. Una muestra más de que con esfuerzo y sacrificio, las metas se alcanzan.

El campeón ha logrado vencer a "la suerte de su destino". Enhorabuena, Isidre.

sábado, 8 de noviembre de 2008

¿En qué mundo estás?

Tras meses de derroche económico y temporal, Obama ha ganado las elecciones. Por fin. Jamás pensé que se podía despilfarrar tan cantidad de recursos económicos en una campaña electoral. Era algo inimaginable para mí. Algo que ha contribuido enormemente a que me sienta decepcionado con la política de los billetes. Y, además, la primera reunión que convoca no es otra que con sus asesores económicos, planeando cómo frenar la crisis financiera. No lo entiendo.


¡Ah! Por si no lo sabíais, Congo se encuentra al borde de una guerra civil, si no se puede considerar ya. Niños soldados, miles de desplazados, matanza de civiles... Puede que la sobredosis informativa estadounidense de los últimos días haya ayudado a que no os enterarais de este conflicto. A lo mejor, para algunos, la política es más importante que la violación de los Derechos Humanos.


Y tú, ¿en qué mundo estás? Yo, en Goma.

miércoles, 29 de octubre de 2008

"If", Rudyard Kipling

Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,y no obstante no parecer demasiado bueno,
ni hablar con demasiada sabiduría…
Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar oír la verdad que has dicho:tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu viday agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas…

Si puedes hacer un hato con todos tus triunfosy arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principioy no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculosa servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,excepto la voluntad que les dice ¡continuad!

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minutorecorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Cambio de tornas

Aún recuerdo aquellos entrenamientos a las ocho y media de la mañana en el mítico Pabellón Polideportivo del Colegio San Antonio. Contaba por entonces con seis años y la pelota se me antojaba como un planeta de grande. Madrugaba explícitamente para botar y botar el balón, llegando posteriormente a clase de Don Ezequiel con todo el cuerpo empapado en sudor.
Años y equipos pasaron por mí durante doce años. Grandes momentos. Mentiría si no admitiera que los mejores recuerdos de mi etapa en el cole están relacionados con el mundo del baloncesto: conocí a mis amigos, gané campeonatos, viajé...
Pero ahora han cambiado las tornas, pues comienza un nuevo reto para mí: entrenar. Reconozco que estoy muy ilusionado con este nuevo envite, intentando dedicar un poco de tiempo cada día a aprender algo nuevo sobre este deporte. Llevo los entrenamientos programados desde casa, anotando los ejercicios y sus fines, así como el tiempo que deben durar. Me queda mucho por aprender, pero ¿qué hay mejor que aprender algo cada día?
Entreno a niños de doce años, ansiosos por disfrutar del baloncesto. Tengo un grupo formidable baloncestísticamente hablando, problamente el de mayor potencial de toda la cantera del San Antonio. Pero cuidaré que también crezcan como personas, eso es más importante.
Mañana debuto en un torneo: doble partido, mañana y tarde, C.B. Salamanca y A.B.P. de Badajoz.

Espero estar a la altura.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Nunca caminarás solo. Carta póstuma al Padre Pacífico

Cáceres, a 30 de junio del año 2028

Querido Pacífico:

¡Cuánto tiempo ha pasado desde las últimas cartas que nos intercambiamos, siglos diría yo! Aún recuerdo indeleble en mi memoria los sabios consejos que me dedicabas en tales misivas durante mi adolescencia, letras que tengo bordadas a flor de piel en mi persona. Muchos años han pasado desde entonces y cómo hemos cambiado.

Granuja sería uno de los más suaves calificativos con los que brindarías mi tardanza en acercarme a ti, en tener noticias mías. La constancia, como sabes, en ocasiones me juega malas pasadas; me disculpo por ello.

Me he hecho mayor, lo reconozco, mas todavía florecen en mí los credos que nos inculcaste: el amor por el sacrificio, la amistad o la felicidad; el amor por la vida.

Evoco los últimos momentos que disfruté a tu lado, preguntándome, atento como siempre, por todos los devenires de mi vida y los de mis prójimos. Dos años más tarde de aquel mediodía sevillano, terminé la carrera, ansiando la libertad de desenvolverme ya en un mundo de adultos. Actualmente trabajo junto a nuestro amigo Ruiz Torres. El comienzo, Padre, fue difícil, como todos, pero poco a poco nos va yendo mejor (es un lujo disponer de un compañero así). Por lo que respecta a tu Asociación, colgué las botas cuando los compromisos laborales ahogaban mi tiempo. Es una pena no poder ser joven toda la vida. Puedes estar tranquilo: nuestros herederos, la generación de mi hermano, fue un torbellino de trabajo e ilusión que quedó pequeñas las instalaciones de nuestra mágica Descargamaría ante tantos jóvenes que deseaban vivir allí.

Tras tu ausencia, únicamente física, nos enfrentamos al enorme reto de continuar con tu obra. Mentiría si no te digo que fueron momentos difíciles (tu sombra era omnipresente) para todos, pero cada uno de nosotros sabíamos lo que teníamos que hacer y ofrecer, y ¡vaya si lo hicimos! Nos crecimos ante la adversidad, sin cesar en poner nuestro empeño en cualquier tipo de actividad o campamento. Queríamos mantener tu esencia viva entre nosotros, aunque te seguíamos echando mucho de menos.

Pero Pachi, no sólo el trabajo y tu Asociación han poblado mi vida, pues también me casé. Desde el cielo seguro que nos diste la bendición, bendición que años más tarde nos iluminó con el pequeño Francisco, que ya cuenta con siete años. Me tiemblan las piernas al contarte que mañana, día 1 de julio, mi hijo comenzará una aventura inolvidable en aquel enclave único en el que sus abuelos y su padre vivieron tan maravillosos momentos.

Estoy ansioso porque regrese del campamento y me cuente su experiencia, aunque antes pasaré allí el día familiar, como padre, fíjate tú. Seguramente lo encontraré entusiasmado con las canoas, tiros con arcos o cualquiera de esas nuevas actividades que ofrecen ahora a los acampados, al mismo tiempo que con la felicidad que se respira en esta gran familia.

Los tiempos han cambiado, Pacífico, aunque me cuentan los responsables que todo sigue igual por Descargamaría: ángelus provechosos, desternillantes fuegos de campamento, eucaristías conmovedoras… Me dicen también que el campamento está precioso, pues lo cuidan y miman fielmente durante todo el año. El huerto también sigue espléndido, y tu encina reina majestuosamente en él. Tus árboles, tus refugios, tus rincones… ¿Has visto, Padre? Parece que el reloj del tiempo se perdió antes de llegar a la Sierra de Gata.

En fin, veinte años volaron prestos desde que viajaste allá arriba, pero tu legado perdura y perdurará para siempre entre nosotros.

Te quiere,

Marcos Municio González-Quijano