sábado, 26 de abril de 2008

“Rendición extraordinaria”: Expediente Bush.


La rendición extraordinaria es un concepto acuñado por los EE.UU. para denominar a aquellos procedimientos extralegales a través de los cuales los sospechosos de terrorismo son trasladados a otros países diferentes de EE.UU. para su confinamiento y e interrogación. Recientemente, la película “Expediente Anwar” retrata esta dramática situación.

El objetivo de la CIA no es otro que evitar las leyes norteamericanas que prohíben la tortura, proclaman la presunción de inocencia y respetan numerosos más derechos humanos de suma importancia. Todas estas prerrogativas judiciales son pisoteadas ante esta práctica aberrante, humillante y deleznable.

¿Y que hace la UE ante esto? ¿Y España? Facilitar los traslados, abriendo los aeropuertos nacionales y europeos a los verdugos de la CIA. Las escalas en países europeos se están convirtiendo en una práctica habitual y metódica, tal y como ha quedado plasmado y probado en el Parlamento Europeo (Informe Final de la Comisión de la Eurocámara que investiga las actividades ilícitas de la CIA en territorio europeo). Recordemos que el mismísimo Bush reconoció hace unos meses la existencia de cárceles secretas escondidas por los confines del mundo, y ningún Diplomático o Jefe de Gobierno - Estado protestó enérgicamente.

Deduzco y denuncio, por tanto, la absoluta y despreciable inmunidad con la que EE.UU. realiza estas actividades inhumanas, mientras Europa se venda los ojos. Vendar los ojos a los PRESUNTOS terroristas es una de las primeras medidas que adoptan los sicarios de la Administración de Justicia Americana. ¿Acaso somos iguales que ellos? ¿Acaso Obama, Clinton o McCain has mencionado algo al respecto en la hastiosa campaña electoral norteamericana? ¿En unos meses mutará el título del post: Expediente Obama, por ejemplo?

Estos “vuelos de tortura” tienen destinos contrastados, tales como Egipto, Siria, Marruecos, Afganistán o Pakistán. Pero no se hace nada, dándome la sensación de que existe en el mundo una “Diplomacia a la Carta”, donde priman múltiples intereses que no permiten hablar alto y claro. Al respecto, resulta muy descriptiva la afirmación aseverada por el ex-agente de la CIA, Bob Baer: “Si usted quiere una interrogación seria, envía el prisionero a Jordania; si usted quiere que sea torturado lo envía a Siria; y si usted quiere que desaparezca y no volverlo a ver, lo envía a Egipto”.

Desconozco cualquier justificación desde el punto de vista del Derecho Internacional para justificar la “rendición extraordinaria”. Será porque no existe. ¿Presunción de terrorismo?

Desde el 11-S se ha abierto un antes y un después en EE.UU. y su cruzada contra el terrorismo. Sólo cabe esperar que a Europa no llegue tal influencia y algún día algún alto cargo político se quita la venda de los ojos.

jueves, 3 de abril de 2008

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"Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha del pueblo africano. He peleado contra la dominación blanca, y he peleado contra la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero poder vivir para ver realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir".


Nelson Mandela, en el cierre de su alegato ante la Suprema Corte, 1964.

Semana Santa 2008, que no es ni semana ni es santa.

Quedó atrás la Semana Santa, y tan atrás, pues vuelvo al ruedo una decena de días más tarde que el final de ésta. Lo reconozco, soy en ocasiones una víctima de la desidia, pero no por mucho tiempo, espero.

Estos días de asueto pasaron veloces. Aproveché los primeros días de descanso para adelantar trabajo atrasado, con el fin de estar más libre el resto de las vacaciones.

El día 19 de marzo partí junto con dos amigos a la Sierra de Gata. Pasé una jornada magnífica, pues Fernando Alonso (misma velocidad punta este año) nos paseó de pueblo en pueblo, comiendo y visitando mi nuevo morada sita en Ovejuela (en el corazón de las Hurdes). Tras ello, reconducimos hacia Descargamaría, donde nos esperaban unos momentos intensos.

Semana Santa en nuestro campamento equivale a Pascua. Y los que me conocéis, sabéis que no soy yo un ejemplo de devoto cristiano. Aun así, acudí allí. Y no me arrepiento, pues fue una experiencia fructífera, no por lo religioso, sí por lo humano. Aunque considero que ha ciertas cosas que debemos cambiar en esta actividad, desde el punto de vista asociativo.

En fin, unos días de descanso y para recargar las pilas.