miércoles, 27 de agosto de 2008

No, que esta fiesta nunca se acabe


Este título encabezaba uno de los últimos escritos que leí sobre ti. Lo leímos una noche en el campamento del año pasado. Tus palabras, sabias como siempre, calaron hondo. Desde que ya no te valías para poder acudir a nuestras actividades (muy a pesar tuyo), a menudo te decíamos que estaba todo controlado, que no te preocuparas. Curioso que la última frase que crucé contigo hace 15 días fuera ésa.

Esta fiesta nunca se acabará, de eso puede estar seguro.


No hay comentarios: