lunes, 17 de marzo de 2008

"Físico o química"


Anoche asistí perplejo al devenir de una nueva serie (un mes de vida), pues pude comprobar que es muy cierto aquel dicho acerca de que “la ficción supera a la realidad”. Asistí atónito ante un espectáculo pernicioso y lamentable, totalmente fuera de lugar y de contexto. Anoche asistí, con un pase VIP en toda regla, a la proyección de un sub-documental surrealista y peligroso (reflexiono sobre si sus creadores encajarían en algún tipo penal; delito contra la salud pública o delito contra la integridad moral, verbi gratia).

“Física o química”, para quienes no tuvisteis la “suerte” de chocaros con ella, es una serie de televisión que gira en torno a las vivencias de un grupo de profesores noveles y sus queridos alevines en un colegio de secundaria, desarrollando su trama, fundamentalmente, en dos aspectos capitales: las drogas y el sexo. Bochornoso.


“Física o química” no debería rotular el título de esta espada de Damocles, más encajarían los sustantivos escogidos para iniciar este post, pues son diáfano reflejo de sus pilares.

“Físico” es lo que prima en el ilustre Colegio Zurbarán. Todo gira en torno al sexo, dando igual si las relaciones son entre profesores o éstos y los alumnos. Es legal el “todo vale”.


“Química”, creo que he descifrado completamente lo que los guionistas esconden bajo esta denominación, hace referencia a las drogas que estos modélicos alumnos de secundaria (recuerdo, 15 y 16 años) consumen habitualmente y con total naturalidad. Estupefacientes como el hachís o la marihuana se hallan a la orden del día, pero es que la cocaína, por lo que pude comprobar ayer, también supone un fichaje estrella en sus vidas.

Dudo ampliamente del beneficio de esta serie para los adolescentes de hoy, pues creo que los medios de comunicación ejercen una gran influencia sobre la juventud, especialmente en aspectos tan sensibles como éstos. Además, esta ficción se sitúa, desde mi punto de vista apoyado en la experiencia de docentes, muy por encima de lo que a diario sucede en colegios o institutos.


La visión que esta proyección hace del mundo de la docencia no consigue más que desprestigiar a tan importante sector, fundamental en el futuro de un país. Y el punto de vista que ofrecen a sus espectadores (mayoritariamente jóvenes) únicamente consigue que piensen que lo que encierra a las cuatro paredes de ese centro se amolda a la realidad de otros lugares, pudiendo suponer un ejemplo a seguir. La oscuridad de ese ejemplo se multiplica si observamos que los receptores son adolescentes quinceañeros fácilmente influenciables y en proceso absoluto de formación.


Si éstos son los valores que queremos inculcar a los jóvenes (espero que AMPAS protesten enérgicamente contra la emisión de más capítulos, si les da por hacer algo), como diría Groucho Marx: “parad el mundo que me bajo”. En fin, me voy a un oasis donde, en vez de esnifar polvos blancos, se den charlas sobre las consecuencias del consumo de drogas; en vez de fomentar el no uso de anticonceptivos, asistan a cursos sobre la importancia de éstos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo ya casi 22 años y te puedo decir que ya hace unos cuantos,cuando yo tenia esa edad que dices,era asin la realidad...Es una serie y lo exageran todo...pero la base es la realidad...yo no me considero alguien con muchos contactos...pero se que si se me antoja,de aqui a un rato puedo conseguir casi cualkiera de las drogas que sale en esta serie...

Nose poreque te metes tanto con la serie,es un reflejo de la sociedad¿para que ocultarla?Esta claro que no todos los chavales de esa edad son asin...pero si te puedo decir que los he visto peores de los que salen en esta serie.

Esta es la realidad y la gente no lo ve,conozco mas gente que fuma porros que no fumen...

Perdon si no esta muy bien redactado, el lenguaje nunca fue mi fuerte.

Anónimo dijo...

Un reflejo de la sociedad? Yo soy algo más mayor, pero no mucho más. No creo que la realidad sea estar liado con tu profesora, pasarte todo el día colocado y tratar a las chicas como si fueran tus objetos.

Unknown dijo...

Personalmente, no considero que esta serie refleje la sociedad al 100%. Lo dudo. Que en los últimos tiempos nos estemos acercando más a la libertinaje que al libertad es cierto, pero de ahí a que esta serie sea una muestra fehaciente de lo que se vive en nuestra aulas hay un mundo.

Reitero el porqué fundamental de mi crítica: el sector consumidor de este atropello lo componen adolescente en edades complicadas y fáciles de influir. Seguramente algunos tengan a los protagonistas como modelos, y si sus modelos se drogan rozando lo surrealista con 16 años, dónde vamos a parar.

Estas series son más perniciosas que enriquecedoras, por lo que creo deberían ser retiradas.

Este tema se relaciona con otro que estudiaré en los próximo días: el efecto criminológico y la violencia de género. De la relación, pienso que correlativa, que se puede establecer entre la atención que presentan los medios de comunicación de estos causas y su normalización psicológica por parte del sujeto activo de la violencia de género.